La idea era romántica: dos niños totalmente enamorados se fugaron en año nuevo con la intención de pasar su luna de miel bajo el sol... en África. Mientras Mika, de seis años, le contaba a Anna-Lenna, de siete, sus últimas vacaciones en Italia surgió la idea: d ebían casarse en un lugar lejano, cálido y solitario. Los chicos no son vecinos ni compañeros de colegio. El padre de Mika la madre de Anna-Lenna se casaron hace apenas unos meses y desde el momento en el que se conocieron, los chicos sintieron un flechazo.