Esta persona recibe el nombre de testador, y es quien otorga los bienes en el testamento, un documento y trámite netamente personal, que luego será incluido en el Registro de la Propiedad. El testamento puede ser de tipo abierto o cerrado. La denominación abierto hace referencia a que los beneficiarios conocen cuáles serán los beneficios que cada uno obtendrá. En el caso de que los beneficiarios no conozcan cuáles son las determinaciones y los bienes que les corresponden, éste es un caso de testamento cerrado, que se dará a conocer de acuerdo a la última voluntad del testador. El experto señala que el testamento no es un documento que pueda realizar otra persona que no sea el testador. Recomendación del experto El testador debe ser una persona capaz, es decir mayor de edad. Cuando el testamento es cerrado, los herederos deben acudir a un juez para que éste ordene que se abra el mismo. El trámite de la elaboración del testamento lo realiza un abogado, que es el que realiza la minuta (extracto o borrador que se hace de un contrato u otra cosa, anotando las cláusulas o partes esenciales, para copiarlo después y extenderlo con todas las formalidades necesarias para su perfección); su costo aproximado es de 1.000 dólares. El testamento, manifiesta el experto, es un acto solemne. El trámite que se realiza en la Corte de Justicia no tiene ningún costo.