Generalmente el dinero o los bienes matrimoniales es un tema que las parejas evitan. Sienten que es un terreno que de alguna manera los aparta del amor y que rompe el entorno mágico que rodea la relación. Sin embargo, tarde o temprano quienes creen que los problemas de dinero se pueden resolver de manera mágica o que son secundarios en el matrimonio, suelen chocar con una realidad dura.