Estaba a punto de comentar la noticia: “Fabricio construye su propio partido con miras a las próximas elecciones”. Pero (el infaltable), decidí que el Gran Ñaño y sus ansias presidenciales sucesorias… pueden esperar. ¿Qué motivó el cambio de mi agenda?

Respondo: Un mail de Pamela Morales, analista de Business News Americas y mi “ojo seco” en Costa Rica, encargada de seguirle los pasos al ex gerente de Hutchison en Ecuador, Pablo Gallo, que tantos sinsabores y pérdidas aún no cuantificadas nos causó al abandonar la concesión de Puerto Manta.
Cuenta la colega Pamela que Laura Chinchilla, presidenta del país de los ticos, acaba de firmar contrato con Pablo Gallo, supuesto “director de inversiones en Centro y Sudamérica de APM” (nada que ver con Autoridad Portuaria de Manta).
Según el boletín: “El Consejo Nacional de Concesiones del gobierno de Costa Rica firmó un acuerdo de concesión con la empresa APM, único postor, para construir y operar una nueva Terminal de Contenedores en Puerto Moín, provincia de Limón. Tendrá capacidad para manejar 2,7 millones de TEUs al año. La operadora invertirá 992 millones de dólares en este proyecto que será ejecutado en cuatro etapas a partir del 2012. El puerto concluido en su totalidad contará con 1.500 metros de muelle, cinco puestos de atraque, 2,2 kilómetros de rompeolas y un canal de acceso de 18 metros de profundidad”.
La nota también resume las palabras de Pablo Gallo: “Para APM es un orgullo y una enorme responsabilidad el que el Gobierno de Costa Rica nos adjudique la concesión de 30 años para el diseño, financiación, construcción, mantenimiento y operación de lo que será la nueva Terminal de Contenedores de Moín, una obra histórica y de relevante importancia para el país.”
¿No os suena familiar el contenido del boletín? ¿No os suena familiar las palabras del “capitán araña”? Por supuesto que sí. Porque entre los contratos de concesión de Puerto Moín y Puerto Manta existe evidentes similitudes. Y ni qué decir del discurso de Pablo Gallo. Igualito al pronunciado en ambas ceremonias. Si usted quiere comprobar lo dicho, lea mi libro “Operación Callao: vida, pasión y muerte de la concesión de Puerto Manta”. Pídalo gratis en la Casa de la Cultura Eloy Alfaro (Portoviejo) y Papelería Ruthy (Manta).
¿Pasará en Puerto Moín lo mismo que pasó en Puerto Manta? ¿Dejarán allá que la Hutchison o la APM (con el mismo “capitán araña” a la cabeza) cometa el mismo delito cometido impunemente acá?
A propósito: ¿Cuándo podremos conocer el informe “reservado” de la ULEAM sobre el perjuicio causado por Hutchison a Puerto Manta? ¿Quién lo quiere mantener oculto?