A las 10h30 del sábado la pequeña iglesia central del sitio La Crespa se llenó con las más de 200 personas que asistieron a la misa que ofreció el párroco de Flavio Alfaro, Paul Oconnor, en honor a las víctimas del accidente. 

 Al término de la ceremonia una de las socias de la empresa de transportes se dirigió a los asistentes para renovar sus condolencias y el compromiso de seguirlos  apoyando.

Minutos después la veintena de socios y directivos de Reina ingresaron al lugar de la tragedia para adornar con ofrendas florales las cruces que se confunden con el pasto y la maleza del potrero, por donde hace un año rodó sin control la unidad 57 y sus 80 ocupantes y por el cual recientemente pastó el ganado.

Los familiares de las víctimas también llevaron flores, encendieron  velas, cantaron música cristiana y oraron.

La maleza y los escombros de cemento y vidrios son las huellas que dejaron no solo el accidente de la Reina 57, sino también otros anteriores accidentes, como el carro que transportaba pescado, el distribuidor de colas e incluso el tanquero que se incendió en noviembre del 2010 en el mismo lugar. Esa realidad hizo ver la necesidad que el Municipio de Flavio Alfaro y la cooperativa de transportes declaren el área campo santo, para cambiar a los pastizales, malezas y escombros con floridos jardines.