La situación en Manta no está para reír sino para llorar.
Lo dijo el payaso "Calcetín", quien aseguró que como todo ciudadano está preocupado por la inseguridad y por eso salió a marchar.
Cerca de él estaba Lourdes Cevallos, quien una mañana mientras limpiaba el portal de su casa recibió una noticia que fue la razón por la que ayer asistió a la marcha. Su hijo Carlos Cedeño había sido asesinado y, cuando llegó a comprobar el hecho sólo encontró un charco de sangre bañando el cuerpo de su “muchacho”.
“Calcetín”   dice que no sabe si mañana seguirá sonriendo. Es que en los últimos meses ha escuchado de tantas muertes, que hay días en que piensa en la opción de no pintarse una sonrisa en el rostro.
A “Pistola”  el triunfo de su querido Delfín el sábado no ha logrado apartarlo de la realidad que lo rodea. Él, quien dice ser el mejor hincha de este equipo, ayer quedó afónico pidiendo paz para su ciudad y no gritando un gol como normalmente lo hace.  
Gabriela Lucas en su silla de ruedas también participó del recorrido.

 APOYO. La Marcha por la Vida y la Paz inició en el Sindicato de Choferes, y ocupó al menos ocho cuadras de la calle 13. El evento organizado, luego de la muerte del dirigente Lenín Chiriboga empezó a las 15h10. Su crimen fue el detonante para que los mantenses se volcaran a las calles a exigir justicia.

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Willian Quiroz llegó a reclamar por la muerte de su padre, mientras a Liseth Mero aún le duele el asesinato de su hermano. Ella recuerda que fue el 25 de marzo, cuando se lo mataron. “Éramos dos, y ahora estoy sola por culpa de estos sicarios que me quitaron a mi ñaño”, expresó.
Más de una docena de familiares de asesinados salieron con pancartas a reclamar justicia. Aseguran que en Manta esa justicia no está ciega, se hace por culpa de policías, fiscales y jueces.
Al caricaturista Ramón Cevallos se le ocurrió a última hora hacer un dibujo de su amigo Lenín Chriboga. Tardó un par de horas en plasmar su rostro en una cartulina de 70 centímetros por 100. Así es que llevó el cuadro a la marcha para que “la gente vea lo grande que era mi pana”.
La multitud llegó a la Plaza Cívica gritando “No más sangre”, “Jueces a la cárcel” y “Queremos paz”.
El lugar quedó pequeño para las miles de personas que pidieron justicia. Algo que en los últimos años parece ser una lotería, para Irma Salvatierra queien no sabe si  llegará.

LAS VENTAS. Los comerciantes aprovecharon la marcha para vender sus productos. La tarde fue para los vendedores de botellas con agua, helados, sombreros y sombrillas.
Jorge Salvatierra, vendedor de helados llegó ayer desde Portoviejo para ofrecer sus productos en la marcha.

CONCENTRACIÓN.
Tras la marcha la Plaza Cívica fue tomada por discursos y promesas. Al final cuatro palomas blancas fueron lanzadas en señal de paz, justamente por lo que ayer reclamaron los mantenses.Delegaciones de Jaramijó, Montecristi, Santa Ana, Portoviejo y Jipijapa tambien participaron lo mismo: No más sangre.<