Así lo confirmó Mauro Andino, director provincial de la Secretaría de Gestión de Riesgo, quien aseguró que esperan únicamente una medición más precisa de la intensidad con la que la eventualidad se presente.

"Por los rastros que hasta ahora poseemos (aumento de temperatura en el mar), esperamos que sea un fenómeno de carácter leve, pero es preciso estar alerta", manifesto Andino.

Según este funcionario, a más tardar la segunda semana de septiembre estará listo un informe más completo sobre la fuerza o intensidad con la llegue el fenómeno; para ello, dijo, ya se realizan controles con barcos científicos en aguas profundas del océano Pacífico.

"Tres barcos realizan controles y mediciones en el océano, y serán los científicos que nos proporcionen datos más exactos en un par de semanas", indicó.

Mientras, el director del Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR), Rafael Cabello, complementó que los cruceros de observación permitirán tener un mejor escenario de la posible ocurrencia de un fenómeno de El Niño, y se reforzarán en este mes y septiembre próximo.

 

Barcos. Las embarcaciones que realizarán el monitoreo de la Temperatura Superficial del Mar (TSM), pertenecen al INOCAR y al Instituto Nacional de Pesca, que se sumarán a las que ya efectúan estas labores en la costa ecuatoriana. Asimismo, se desarrollará un crucero de observación regional en septiembre, con barcos de Colombia, Perú, Chile y Ecuador. 

 

Prevención. Andino aseguró que desde ya trabajan de cerca con las poblaciones manabitas más vulnerables ante la presencia del fenómeno, indicando que la mayoría de éstas dentro del perímetro costero. Sin embargo, dijo existen varias en el interior de la provincia. "En las 53 comunidades de la parroquia Membrillo de Bolívar hemos entrado con charlas de prevención, pues a pesar de no estar en terreno costero es una zona altamente inundable dada su cercanía con la represa La Esperanza.

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo trabaja actualmente en 144 obras de reconstrucción de localidades luego de la última estación invernal, que afectó seriamente vastas áreas de la provincia. 

Para esos trabajos se invierten al menos 23 millones de dólares.