Israel llevó a cabo este domingo su primer gran simulacro ante una amenaza “creíble”: la de una catástrofe natural como un terremoto o un tsunami que podría acabar con la vida de miles de israelíes.
Durante las maniobras, llamadas 'Punto de Inflexión 6’ ('Turning Point 6') los servicios de emergencia israelíes se enfrentaron a un escenario hipotético de 7.000 muertos, 70.000 heridos y 170.000 personas que pierden su hogar como resultado de una catástrofe natural como un terremoto o un tsunami. "Queremos que la gente corra a sus hogares durante un ataque con misiles y queremos que salgan de ellos durante un terremoto", dijo el primer ministro Benjamín Netanyahu en un comunicado de prensa emitido después de que él y los ministros evacuaran el lugar donde el gabinete celebraba su reunión semanal.