Tal situación originó la colocación de cintas para alertar a los obreros de la situación y evitar el paso por el sitio, mientras los especialistas investigan el suceso. A mediados del año pasado, previo al invierno, en la misma parte del canal se dio una situación similar.

El ecologista Boris Zambrano, miembro del Comité de Comunidades Montubias de Río Grande, dijo que lo sucedido es una respuesta de la propia naturaleza porque nunca se hicieron los estudios geológicos para esta obra. 

"Esto lo aseguro porque tenemos en nuestras manos la actualización de estudios del PPMCH de 2008 y en el libro titulado encauzamientos se puede encontrar cualquier cosa menos el estudio geológico para este canal, que de paso se construye por una ruta que no es la aprobada por el Ministerio del Ambiente cuando otorgó la licencia", expresó este ciudadano sobre esta situación.

 

 Preocupado. Wagner Zambrano, presidente de la Junta Parroquial de San Antonio, expresó su preocupación porque extraoficialmente conoció que el canal sería habilitado para que entre a funcionar en el próximo invierno. 

"Cada vez que pasa este tipo de situaciones me decepciono más de la constructora, pero lo que más preocupa es que las fallas se dan en verano. No quisiera ni pensar lo que pase si en el invierno acontece algún problema en el canal, porque está muy cerca de San Pablo y Punta y Filo", refirió.

El dirigente responsabilizó de cualquier situación a la Senagua, Tiesijú y la Espe, que es la fiscalizadora del PPMCH.

 

 ¿quién pagará?. Zambrano se preguntó quién pagará el 1'600.000 dólares que costó el campamento demolido en La Papaya, ya que Tiesijú y la propia Senagua deslindaron responsabilidad en escoger y levantar un moderno edificio en un terreno donde funcionó el muladar de Chone. <