Para el padre Amadio Bolpato, si existe el bien también existe el mal; y si hay un Dios también existe el diablo. Este sacerdote italiano, que trabaja en la casa parroquial de Tarqui, es uno de los cuatro presbíteros que en Manabí están autorizados para realizar exorcismos.

El exorcismo es un ritual o liturgia mediante el cual se intenta expulsar o destruir a un ente sobrenatural, si se considera que ha tomado posesión o control de un objeto físico o de una persona. Además de Bolpato, están autorizados para realizar exorcismos los sacerdotes Vicente Zambrano, de Rocafuerte; Patricio González, del seminario de Portoviejo; y Alberto Doneda, del cantón El Carmen.

Ellos fueron designados por el monseñor Lorenzo Voltolini, Arzobispo de Portoviejo para Manabí. 

El tema cobra actualidad a raíz de que se presentó el caso de una supuesta posesión satánica en una mujer que está alojada en una casa del barrio Divino Niño de Manta.

Bolpato dice que no ha tenido la oportunidad de enfrentar al demonio, pero sí logró sacar a un joven en la ciudad de Ibarra de un mundo satánico de rituales diabólicos que lo incitaban a cometer un crimen. 

“Al joven, otros individuos lo inducían a matar a su propio hermano; él se negó y prefirió intentar quitarse la vida dos veces, pero finalmente superó esa crisis”, explica el sacerdote. 

Asimismo, señala que la oración es una de las herramientas para enfrentar al demonio.