Hacia fines del siglo XVI se conocieron las Profecías de San Malaquías, un arzobispo católico que vivió en Irlanda en el siglo XI. Según estas profecías, después de Benedicto XVI (Gloria Olivae o "De la gloria del olivo"), "durante la persecución final de la Santa Iglesia de Roma reinará Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño entre muchas tribulaciones; tras lo cual, la ciudad de las siete colinas (Roma) será destruida y el Juez Terrible (Dios) juzgará al pueblo". Sin embargo, a pesar de haber coincidencias sobre los últimos Papas, investigadores no dan crédito a las profecías.
Luego de la sorpresiva renuncia del Papa Benedicto XVI, ayer, el Vaticano pondrá en marcha una serie de mecanismos para elegir al sucesor, el cual se prevé esté designado en la Pascua.
La renuncia en sí se hará efectiva el 28 de febrero, a las 20h00 de Roma (15h00 de Ecuador). Entre 15 y 20 días después, y antes de iniciarse la Semana Santa, se convocará a un cónclave en el que los cardenales elegirán al Sumo Pontífice, en la Capilla Sixtina y en el más estricto secreto.
Mientras, habrá un período de Sede Vacante; entonces, el gobierno de la Iglesia Católica quedará en manos del Colegio Cardenalicio, que actualmente está conformado por 183 purpurados de todo el mundo.
No obstante, sólo los cardenales menores de 80 años podrán elegir al Papa, los demás podrán participar y ser elegidos, sin votar.
Así, asistirán a votar 120 cardenales, y entre ellos sólo un ecuatoriano, Raúl Vela Chiriboga, de 79 años y arzobispo emérito de Quito.
Reacciones. Benedicto XVI, que en abril cumplirá 86 años, "nos ha pillado a todos por sorpresa", aseguró el portavoz Vaticano, Federico Lombardi, comentando la renuncia de Joseph Ratzinger, la cual, aclaró, está prevista en el Código de Derecho Canónico.
La canciller alemana, Ángela Merkel, recordó el "orgullo" que sintió cuando su compatriota fue elegido Papa hace ocho años.
El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, afirmó que el anuncio implica "un gran coraje". Igual, la jerarquía católica, y gobiernos y políticos de los países de América Latina tuvieron una mezcla de sorpresa, tristeza y admiración por su "valentía", "humildad" y "sabiduría".
Por otro lado, se ha disparado el debate sobre si la Iglesia Católica está lista para elegir a su primer Papa no europeo y, concretamente, de Latinoamérica, donde habita el 42 % de sus fieles (1.200 millones), el mayor bloque dentro de ésta.
Manabitas reaccionan
Hugo Andrade está en completo desacuerdo con la renuncia del Papa Benedicto XVI, para Andrade la salud del Pontífice no está lo suficientemente deteriorada como para que abandone el cargo, según este fiel católico "el Papa podía continuar con su trabajo como líder de la Iglesia Católica y sólo en casos extremos se justifica la dimisión. Sí está de acuerdo Pilar Barreiro, quien asegura que Joseph Ratzinger está en su derecho de dejar su cargo si la razón es su salud. "Está bien que el Papa se ocupe de él, al fin y al cabo es un ser humano como nosotros, que debe preocuparse por las afecciones que le aquejan", dice. Ruth Macay, cree que la decisión obedece a los tiempos difíciles que vive la sociedad y que este es un ejemplo de que las "profecías se están cumpliendo".