La tendencia en cuestión de cuadernos ha cambiado. Marieta Molina, profesora con 27 años en el ejercicio docente, señala que antes primaba la parte didáctica; es decir, era una norma prácticamente que todas las libretas de apuntes de los estudiantes contaran con la tabla de multiplicar, tabla química y periódica de átomos o, incluso, las fechas cívicas más importantes. “Los niños y los jóvenes ya no se concentran por ver a sus caricaturas favoritas o los cuerpos esculturales de las modelos”, dice Molina. Una cuestión muy comercial Y es que las modelos venden. A criterio de Dante Ramírez, gerente de Imprenta Ramírez, el cambio obedece a la “atracción de la juventud por las figuras de la televisión”. Según Ramírez, la diferencia del precio se debe a que las modelos cobran un porcentaje por aparecer en las portadas de los cuadernos, que se convierten poco a poco en los preferidos de los estudiantes secundarios y universitarios. Mientras que María Briones, administradora de Dilipa, considera que las promociones con diseños atractivos ha aumentado considerablemente la venta de cuadernos. “Los niños les piden a sus padres los diseños actuales”, dice. Licencias y estrategias El grupo Papelesa, que cubre cerca del 51 por ciento del mercado en la venta de cuadernos, adquirió por octavo año consecutivo licencias internacionales para usar dibujos animados en las portadas de algunos de sus productos, como la versión en caricatura del Chavo del Ocho. Las carátulas para este año responden a preferencias que resultaron de estudios focalizados. Para intentar ganar la preferencia del consumidor juvenil, esta papelera, que además fabrica cuadernos para Tía y Supermaxi, apostó a la modelo venezolana Janine Leal y al cantante ecuatoriano Jorge Luis del Hierro como portadas de los cuadernos de esta línea. Marieta Molina profesora “Los niños y jóvenes se sienten atraídos por las novedades”. PREFERENCIAS Los industriales locales reportan que actualmente los cuadernos anillados ocupan más del 60% de las ventas frente a los grapados. Se estima que 40 millones de unidades de cuadernos se venden en Ecuador.