"Ecuador ha manifestado su rechazo a estas pretensiones de la Unión Europea de tratar de discriminar a nuestros hermanos que, por alguna razón, tuvieron que desarraigarse", apuntó, tras elogiar a García por pronunciarse contra la polémica norma, aprobada la semana pasada por la Eurocámara. Perú también ha pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) que convoque a una reunión extraordinaria para abordar las regulaciones migratorias. La nueva directiva europea, que dota a los Veintisiete de un marco común para gestionar la expulsión de los "sin papeles", establece un período de siete a 30 días para que los inmigrantes abandonen el país de forma voluntaria. Además, fija el periodo máximo de retención en 6 meses, que pueden ampliarse a 18 en casos excepcionales, para quien no coopere o cuando haya problemas para obtener la documentación de países terceros, entre otras medidas. El gobernante ecuatoriano, Rafael Correa, reveló el sábado pasado que "explora la posibilidad de cortar" el diálogo entre la Comunidad Andina (CAN) y el bloque europeo, en rechazo a la norma. En ese contexto, Moreno aseguró que Correa mantiene un diálogo constante con su homólogo peruano en torno a dichas negociaciones. "El Gobierno ecuatoriano tiene un profundo sentimiento latinoamericanista y siempre está consultando a sus hermanos de los otros países sobre este tipo de decisiones. Entiendo que el presidente Correa ya habrá conversado con el presidente García sobre este tema", puntualizó. Asimismo, Moreno sugirió que el bloque andino (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) debería desarrollar proyectos relacionados con la soberanía alimentaria, con el fin de garantizar "el pan" para los pueblos. El vicepresidente ecuatoriano, quien visitó ayer la ciudad de Cuzco y la ciudadela inca Machu Picchu, destacó las buenas relaciones entre Perú y Ecuador, que firmaron un acuerdo de paz en 1998, tres años después de una guerra no declarada por problemas fronterizos entre ambos países.