Las manifestantes entraron al patio de la Catedral Metropolitana a la hora de la misa del mediodía y cuando la seguridad del templo denegó el acceso a una de ellas por su atuendo -un pantalón corto- iniciaron la protesta, que les costó la expulsión del recinto minutos después. Entre las pancartas que blandieron se leían mensajes como "Vestida y desnuda sigo siendo la misma. Uso mini, y ¿qué?", "Personas libres, estados laicos", "Mi cuerpo es mío y sobre él decido", "De trabajadora sexual o de monja, yo decido el vestido" o "No es culpa de la mini, sino del machismo". Un manifiesto Una de las manifestantes leyó un comunicado en el que hizo un llamado al ejercicio del Estado laico, a la libertad de expresión, al derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y "a vivir libres de violencia, discriminación y acoso". En entidades como el Estado de México -sostuvo- los asesinatos de mujeres se han duplicado del año pasado al actual, y agregó que a escala nacional el 50 por ciento de las personas de sexo femenino ha sido o es víctima de agresiones físicas, psicológicas, sexuales o de otro tipo, según una encuesta reciente. El abuso va "desde imponer cómo vestirse por parte de sus parejas hasta el control de cuándo usan o no condón en las relaciones sexuales", agregó. Reiteran derechos "Las mujeres tenemos derecho a vestirnos como queramos, más bien los hombres tienen que dejar de violentarnos", indicó Jessica Reyes, portavoz de la Coalición de Jóvenes por la Ciudadanía Sexual, organización convocante de la protesta. Calificó de "absurda" la recomendación de la Iglesia porque "una mujer puede estar tapada hasta el cuello y de todas formas la van a agredir".