Actualizado hace: 945 días 35 minutos
Arturo Ceballos Delgado
Participación ciudadana

La participación ciudadana, de la que últimamente tanto se habla, no se la debe sugerir sólo para la política; más bien como una función social que ayude a todos por igual para el beneficio común, en la que deben estar involucrados los hombres y mujeres de buena voluntad que consideren que el voluntarismo, el cariño y amor por sus semejantes los involucre en una senda de ayuda desinteresada.

Viernes 05 Septiembre 2008 | 21:25

Es muy loable y digno de admiración oír y leer sobre las diferentes instituciones y fundaciones que ya operan en el país que dan asistencia a los desposeídos, hambrientos, enfermos, niños y viejos que tanta ayuda requieren. Cada día se vuelve más intolerable el creciente número de accidentes de tránsito en nuestras carreteras y calles del país. Es hora de meter las manos en el asunto como pueblo culto, sensitivo y consciente. No se debe permitir más estas pérdidas de vidas. El sufrimiento por la insensible pérdida de un ser querido a manos de un imprudente que se escuda tras su gremio que demanda pero que no se responsabiliza de la conducta de sus miembros cuando infringen las leyes de tránsito, especialmente de velocidad y causan muertos y heridos, convirtiéndolos en actores abominables de estas horribles tragedias que no tienen justificación ni perdón. En el año de 1980 la señora Candice Lightner, después de que su hija de 13 años muriera a causa de un atropellamiento automovilístico, cuyo chofer huye por estar embriagado, fundó en Texas M.A.D. ( Mothers Against Drunk Drivers) (Madres contra los que manejan bajo la influencia del alcohol). Esta fundación, sin fines de lucro, cuyos objetivos son: educar a los choferes para que no usen alcohol cuando se maneja, soporte y de asistencia a las víctimas, exigir que la medida del alcohol en la sangre sea de .08 o menor; que el consentimiento legal para ingerir alcohol sea de 21 años, exigir el encarcelamiento y multa para los que manejan con un contenido alcohólico de más de .08; y poner un dispositivo que no permita encender el carro y si el chofer ha sido convicto de manejar bajo los efectos del alcohol y esté con licencia suspendida. Con la ayuda de algunos congresistas, y después de pasar la prueba legal en la Corte Suprema de Justicia (SouthDakota vs. Dole) 1987, M.A.D. consigue la ayuda del gobierno y recibe para su cabildeo la suma de $9,593,455,oo entre los años 2001 al 2006. En nombre del dolor del sufrimiento de los familiares, de los miles de muertos y heridos, suplico que se forme una fundación nacional similar a M.A.D. sin fines de lucro, para cabildear para una mejor enseñanza en el cuidado, respeto y responsabilidad, que todos los choferes deben tener para sus pasajeros, porque ahora se han vuelto irresponsables y se han convertido en los verdaderos culpables de los muchos accidentes en nuestras carreteras. "No se debe permitir más estas pérdidas de vidas"
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