La historia del “Hombre de Piedra”, oriundo de La Balsita de la parroquia Río Chico, comenzó cuando tenía 10 años con unos dolores en las extremidades inferiores. Los médicos le diagnosticaron “distrofia muscular” y a los 12 años se quedó totalmente inmóvil, al punto que no pudo continuar sus estudios en el cuarto grado de escuela. Sus padres, Héctor Véliz Palacios y Rosa Delia Intriago, tuvieron que vender sus propiedades, el ganado y otras pertenencias para poder afrontar los gastos médicos. Todo fue en vano; no le hallaron cura y se quedaron en la ruina. Pese a que Hoover José no podía hacer nada, fue él quien tuvo que afrontar los gastos de su familia y movilizó su cama con ruedas hacia las vías y a las fiestas populares con el fin de obtener ayuda económica. Además de mantener a su familia, Hoover destinaba parte de lo recaudado para comprar las costosas medicinas que le calmaban los constantes dolores en las extremidades. Al parecer la falta de movilidad le afectó el corazón, que le comenzó a fallar ayer. Familiares se acercaron al Seguro Campesino de Playa Prieta y pidieron al médico que les dé un pase al IESS en Portoviejo; pero -según los familiares- éste se negó. Cuando Hoover al fin recibió ayuda médica ya fue muy tarde y falleció a las 11h00. El sepelio será mañana viernes en la mañana.